jueves, 28 de febrero de 2013

The following

Este fin de semana vimos los tres capitulillos de esta serie que está empezando a emitirse en estas semanas.




No solemos ver las series en la tele, no desde hace bastante tiempo. Recopilamos varios capítulos y los vemos juntos, durante el fin de semana, o un par de ellos por las noches de los días de diario, cuando los niños ya están dormidos.

Nos ha sorprendido gratamente el argumento de esta serie.

Un asesino en serie y el agente que lo encarceló son los protagonistas. Hasta ahí, el argumento de cientos de pelis, pero tiene algo más. Lo primero es la incursión en la televisión de Kevin Bacon.





En segundo lugar, unos personajes muy creíbles y continuos saltos temporales para relacionar pasado y presente.




Y de fondo, uno de los mejores literatos de todos los tiempos, Edgar Allan Poe, con el que se halla obsesionado el asesino.




Esta serie promete. Y como estamos huérfanos de Homeland, Breaking Bad, Mad Men y demás, le hemos dado la bienvenida con los brazos abiertos.

Os voy a poner una promo que me ha gustado, porque recita unos versos de The Raven ( El Cuervo), un muy conocido poema de Poe. Son solo unos segundos.


miércoles, 27 de febrero de 2013

Tom Chambers

Muchas veces os traigo alguna muestra de mis obsesiones: los pintores e ilustradores.

Pero hoy os voy a enseñar un fotógrafo maravilloso, que se mueve en el mundo de lo onírico, de lo irreal y lo fantástico.



Source: musetouch.net via Snow on Pinterest












Son extrañas e inquietantes, pero a la vez tan hermosas...


martes, 26 de febrero de 2013

Mala leche (o corregir exámenes)

Últimamente destilo mala leche por todos los costados. No hay más que mirar los títulos de mis últimas entradas.

Y es que normalmente soy exagerada, muy exagerada, con las cosas que me pasan, en casa y en el insti, pero quiero hoy daros pruebas de que no exagero tanto como puede parecer.

Porque hasta mis alumnos buenos, esos que aprobaban, fuera como fuera, están pasando de todo y suspendiendo...

No entiendo qué estoy haciendo mal. Siempre hay un bajón de rendimiento en el segundo trimestre, pero sí su rendimiento era cero, o uno, pensé que no se podía caer más bajo. Ayer he entregado unos exámenes a mis chicos de tercero, de la única clase buena de verdad que tengo este año, de la única que está al nivel de lo que tiene que estar. Y mis correcciones tienen muy mala leche. Esto no se les ha escapado a ellos, que ven mis notas a pie de página y a veces se ríen y a veces se molestan.

Y quería compartir algunas de esas notas con vosotros (siempre guardando el anonimato de los chicos, claro) a ver si es cierta mi impresión de la mala uva que se está apoderando de mí...

Primero de todo, aviso que corrijo en el color que me va más a mano, no me critiquéis por eso, que lo del rojo me tiene ya un poco harta...

Y, como siempre, perdonad por la calidad de las fotos...


Las notas, así, amontonadas, de mi clase de segundo de la ESO, en la mesa de la sala de profes. No se si veréis el panorama tan negro como yo. Y no se si se lee lo de Has mejorado mucho, pero es triste decirlo a alguien con esas notas...






Ahora algunas de las notas que les he puesto a mis alumnos buenos buenísimos (es la mejor clase del insti con diferencia sobre el resto)
















También tengo alumnos buenos, no creáis, pero de éstos que en el primer examen todos rozaban el diez, y ahora no tienen notas demasiado buenas.



Luego, el conjunto, no es tan descorazonador... creo...¿no?

lunes, 25 de febrero de 2013

The Royal Tennebaums

Después de Moonrise Kingdom, me he puesto a repasar la filmografía de Wes Anderson. Y me estoy llevando gratas sorpresas.






No había visto aún esta película, un poco loca, un poco rara.




Actorazos, como siempre en este director, en papeles que se salen de lo convencional.

Source: google.com.mx via Nancy on Pinterest


Source: google.com via Kara on Pinterest



Source: flickr.com via Sarah on Pinterest





Tengo que decir que a mi chico le pareció una petardada, y a mí me encantó, reconociendo que no es una obra maestra.




Pero tiene toques geniales.


Source: sfist.com via Chelsea on Pinterest


Y una estética que me gusta mucho.






Y, para finalizar, una foto del director, en el rodaje de Moonrise Kingdom.




De momento, tengo para esta noche otra peli de las suyas. A ver si sigue sorprendiendome (con tilde pero no le da la gana a mi ordenador de ponerla), que es ya mucho hoy por hoy.

domingo, 24 de febrero de 2013

Estupor y temblores

Este libro llegó a mis manos gracias a Bienve, mi compañera del intercambio de libros que organizó Itziar de Vidas de mercurio.


Source: google.es via Val on Pinterest


No me puse a leerlo inmediatamente, y me arrepiento de no haberlo hecho, porque, una vez empezado, he tardado un par de ratos en terminarlo. En realidad, lo he terminado mientras mis alumnos hacían un examen, así, sin más, que copien lo que quieran, total, van a aprobar cuatro de ellos...

Según dice la carátula de este libro, así es como se suponía que debían presentarse ante el emperador de Japón sus súbditos, con estupor y temblores.

Se trata de un libro atípico, un libro que destila por todas partes la enorme personalidad de la autora, a la que seguro que revisitaré en breve.

Me he reído un montón con las ocurrencias de esta mujer, pero a la vez me ha parecido muy triste, tratándose  como dice de un libro en gran parte autobiográfico.






Ahora me planteo el segundo libro del año. Seguramente sea de tema juvenil, porque tengo pendientes los libros del tercer trimestre para mis clases...

Es triste decirlo, no he leído prácticamente nada en lo que va de año, y estamos terminando febrero, pero os recuerdo las ciento y pico cartas de amor del concurso, los más de ciento cincuenta exámenes que llevo corregidos ya este trimestre (y estamos solo a la mitad), los cuatro libros que estoy releyendo en mis distintas clases con mis alumnos, los cuentos de por la noche con el pequeño...

Vaaaale, no tengo excusa, me planteo leer un poquito durante el curso, que a veces me resulta imposible, pero voy a hacerlo. Para eso me he apuntado al reto de las 13 lecturas ¿no?

viernes, 22 de febrero de 2013

Egoístas

Tengo una clase de primero de bachillerato con treinta y siete almas. Bueno, con treinta y siete cuerpos. Lo de las almas lo dudo un poquitín.

Situación de hace un par de semanas:

La pesada de la de lengua entra en clase y les da un aviso:

- Hoy terminamos el tema, así que deberíamos poner fecha para el examen. A mí me gustaría tal o tal día de la semana que viene, así os da tiempo a estudiar.

Siempre pongo los exámenes con al menos una semana de antelación, y eso que saben que les toca al terminar el segundo tema que estemos dando, con lo cual no hace falta ser muy listo...

Empiezan las discusiones: los de ciencias contra los de letras. Unos querían un día y otros querían otro. Los de ciencias son más y siempre ganan.

Y el debate ha entrado en fase acalorada...

Así que uno de ellos ha propuesto como fecha de examen el día que hay convocada una huelga de estudiantes.

- Síiiiiii, eso. Ese día es el mejor, porque así estudiamos todo el día y venimos a última hora a hacer el examen.

(porque una huelga de estudiantes todos sabemos que para ellos es el momento de no madrugar y quedarse en casa aunque no sepan el motivo ni nada de nada)

- No, chicos, no, Nunca pongo un examen un día de huelga, Y no me parece bien hacerlo ese día, porque estamos coartando la libertad de las personas que desean hacer huelga.

- Pues que se jodan.





Si, respuesta literal de varios alumnos.

La cosa se calienta.

- Votamos, votamos, votamos.

- Vaaaaaaaaaale, votamos (a estas alturas ya no es nuevo que tengo tanta paciencia como el santo de la Biblia)

De treinta y siete, veintitrés de ellos votan para hacer el examen el día de la huelga.

No solo cuento, sino que apunto sus nombres. Ellos se asombran.

- ¿¿¿Por qué nos apuntas, profe????

- Ahora, los demás, los que no queréis hacerlo en día de la huelga, vamos a votar a ver qué día lo hacemos.





Quedamos, ante el asombro de la mayoría de la clase, en hacerlo un par de días antes que los de la huelga.

- Quiero que os quede claro algo - Les digo para terminar la discusión - Tenéis 17 años, soy el futuro de este país, de este mundo. Y sois tan malas personas que si uno solo de vuestros compañeros desea hacer huelga, no le respetáis y pretendéis que tenga que venir obligatoriamente a hacer el examen ese día. No os entiendo.

Me miran y no dicen nada. Espero que alguno de ellos, uno solo de ellos, entienda lo que le digo.

Lo que no saben es que voy a hablar con su tutor y le voy a decir que bajo ningún concepto justifique como huelga sus faltas de asistencia de ese día si luego vienen a última hora a hacer un examen conmigo. Si están a las duras, también a las maduras.




Me cabrean un montón.

jueves, 21 de febrero de 2013

Damian Lewis

Ayer tocaba desahogarse un poquito por el tema de los hijos. Hoy, voy a intentar, en la medida de lo posible, alegrarme la mañana.

Hoy vamos con un chico que sé que no es del gusto de la mayoría, pero que a mí sí me gusta un montón. No sé por qué, siempre he tenido debilidad por los pelirrojos, chicos, chicas, niños... Y este chico me gusta.







Creo que la primera vez que vi o que me di cuenta de la existencia de este actor fue en la serie
Hermanos de Sangre, sobre la Segunda Guerra Mundial. Verlo de nuevo en Homeland, y en ocasiones de nuevo con el uniforme de soldado, me trajo recuerdos de esa serie.

Necesito la tercera temporada de Homeland ya. ¿A nadie le pasa lo mismo?




miércoles, 20 de febrero de 2013

La bofetada

Ahora os explico lo de la bofetada.

Bofetada es lo que me gustaría darle a la profesora de mi hijo, y la llamo profesora aunque no merezca tal nombre. Bofetada es la que siento que me dan cada vez que hacen daño a mi hijo gratuitamente, pero no es de ninguna de esas bofetadas de las que os voy a hablar hoy.

Hace mucho que no os hablo de mi peque. Yo, que no me callo nunca, que todo lo cuento, y me resulta muy difícil hablar de mi niño. No sé qué estoy haciendo mal, supongo que son muchas cosas, pero todo se tuerce cada vez más y no encuentro el modo de arreglarlo...

En el último capítulo de historias para no dormir en el cole, mi hijo se quedaba encerrado en el aula de música del colegio, sin que nadie preguntara por él.





El capítulo siguiente no es el que va hoy. El siguiente me lo callo porque es demasiado largo y doloroso de contar. Termina con un niño de siete años sentado durante media mañana en el despacho de la directora del colegio, que le amenaza con echarle del mismo si vuelve a liarla (y el lío consistió en un encontronazo con un compañero, supervisado por los monitores del comedor, según los cuales, inequívocamente, no fue culpa del mío, se pidieron perdón, se dieron un beso, y todo quedó en eso).

El último capítulo, de momento, se llama síndrome de la cara abofeteada, o de la bofetada. Eso, así, entre amigos, porque su nombre científico es "megaeritrema infeccioso".

Se trata de un virus que cogió la hija de una compañera del insti, y ella, y luego yo, y mi chico, y por último  nuestro peque, durante los carnavales. No lo teníamos muy claro, pero el miércoles cuando volvió al cole el conserje me preguntó si habíamos estado en la nieve. Y es que el principal síntoma de este virus es un enrojecimiento de la cara, de forma que parece que al enfermo le han dado una bofetada.

Le llevé al médico y me confirmó que tenía el virus, y que era extremadamente contagioso, pero que había  pasado ya el periodo de incubación, por lo que no era necesario que el niño faltara al colegio.

Como buena madre y ciudadana que soy, me apresuré a mandar una nota a la profesora, para informar al colegio sobre el posible contagio a sus compañeros.





Cuando fui a buscar al niño, el cole estaba plagado de carteles anunciando que un niño de primaria tenía un virus contagioso para que los padres supieran lo que era si veían los síntomas en sus hijos. Me pareció un poquito exagerado, pero correcto. Para eso había avisado.

Lo que no me pareció correcto fue ver a mi hijo solo, en el patio, y que estuviera deseando que llegara su madre porque nadie queria jugar con él. 

Y es que a su profe no se le ocurrió más que decirles a los niños que lo que tenía su compañero en la cara era contagioso.

- Mamá, corrían todos, nadie quería jugar conmigo, para que no les contagiara.




Si las cuestiones relacionadas con mi pequeño me tienen extremadamente sensible, esta última me ha destrozado. No puedo más. Intento no dar importancia a nada, al menos delante de él, pero no puedo más.